Cuando uno va a ver un clásico en el fútbol argentino, espera que los equipos se brinden todo, y regalen fútbol y goles. Pero no siempre se da. En cambio ayer, en el derby entrerriano, hubo todo lo que uno puede esperar de un choque distinto, especial. Momentos de buen fútbol, mucha actitud, siete goles, emoción, dramatismo, festejo, decepción, clima en las tribunas, duelo de hinchadas, y expulsiones. Simplemente, un clásico difícil de olvidar para las 10.000 personas que se dieron cita en el estadio Grella para ver en acción a los dos equipos entrerrianos en el Torneo Argentino A de fútbol. Patronato se dio el gusto y superó a su archirrival Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay por 4 a 3, en un partido intenso, cargado de emotividad y también de dramatismo por el marcador cambiante que se dio en el complemento. Esta victoria, merecida por cierto en el balance de los 90 minutos, mantiene al elenco de barrio Tiro Federal solo en la cima de las posiciones de su grupo con 22 unidades; mientras que el Lobo uruguayense se quedó en mitad de tabla con 14 puntos. Mejor el local
Hasta la mitad del primer tiempo, Patronato marcó leve superioridad sobre Gimnasia. El dueño de casa presionaba sobre la salidad del rival y manejaba la pelota en la zona media con Prono, Carrizo por el carril izquierdo, y a veces se proyectaba el lateral Márquez, y Valverde como enlace, pero no tenía tanto juego por el sector derecho en donde Monforte tuvo poca participación. Y adelante Muller y Marzo complicaron más de una vez a los defensores contrarios. En pocos minutos, el Negro tuvo tres chances para abrir el marcador. A los 7’ Carrizo le dio de zurda y su remate se fue desviado; a los 9’ el juvenil Márquez no se animó a darle de primera a la pelota en posición de gol y prefirió habilitar a Marzo sin consecuencia; y a los 11’ tras un centro de Valverde el Loco ingresó por el segundo palo y definió defectuosamente. Gimnasia no inquietaba al arquero Bértoli y de mitad de cancha hacia adelante esperaba lo que pudieran hacer el habilidoso Espínola o los atacantes Ojeda y Quiroga, quienes cuando tenían la pelota en sus pies hacían crecer el juego ofensivo del Lobo pero sin demasiado peligro. Parecía que Patronato podría abrir el marcador en cualquier momento. A los 18’ una buena jugada de ataque que armaron Muller y Marzo no terminó bien porque la pelota le quedó atrás al Loco cuando iba a encarar directo hacia el arco. Pero a los 22’ tuvo su revancha. Valverde con preciso pase habilitó a Marzo, quien acomodó el cuerpo, ganó el balón, y con definición de derecha venció la resistencia de Kloster, para poner justicia en el marcador y dar el primer grito de la tarde-noche del domingo. El gol le dio tranquilidad al local y lo sintió el equipo visitante, que allí pareció reaccionar mientras Patronato fue sacando el pie del acelerador. En los últimos minutos el dueño de casa le cedió la pelota a Gimnasia, y a los 40’ tuvo su primera opción clara para empatar. Giovenale de cabeza, tras un tiro de esquina, puso una cuota de suspenso en el estadio mientras la pelota se dirigía hacia el arco pero pasó muy cerca del parante izquierdo. Cambia de color
Al inicio del complemento, el técnico Busciglio mandó a la cancha al atacante Pereira por Quiroga y este cambio le iba a dar una alegría al Lobo. Porque a los siete minutos -uno después de que Kloster se quedara con la pelota cuando Graciani, en proyección ofensiva, se preparaba para darle al arco- puso paridad en el tanteador. La defensa del Santo se distrajo a la salida de un corner y lo pagó muy caro. Un despeje débil y corto encontró al recién ingresado Pereira en la puerta del área grande y con fuerte remate de derecha bien direccionado al palo izquierdo de Bértoli, puso el 1 a 1. Baldazo de agua fría para el conjunto dueño de casa, del cual le costó recuperarse porque a los 10’ el Lobo tuvo el segundo. Respondió el Negro a los 12’ tras un corner de Valverde que peinó Márquez, el esférico dio en la base del palo derecho y por allí no alcanzó a empujar Muller. Lanzado al ataque en busca del segundo, Patronato quedaba mal parado atrás y el elenco uruguayense tenía la contra que supo aprovechar muy bien a los 14’. Prono perdió la pelota en tres cuarto de cancha, Espínola metió un pase largo para la carrera de Ojeda quien ingresó por el sector derecho en donde nadie relevó a Graciani que estaba en posición ofensiva, y el delantero visitante definió preciso ante la salida de Bértoli, que nada pudo hacer para evitar la caída de su valla. Sin merecerlo pero aprovechando al máximo la contra, el Lobo se encontraba arriba en el marcador. Todo negro
Después del segundo visitante, el DT Tempesta mandó a la cancha a Gastaldi para tener juego arriba sacando a Carrizo, no era el mismo del primer tiempo, y luego mandó al banco a Valverde y puso en cancha a Rutili para tener más marca en el medio. Con mucha actitud, amor propio y empujado por su gente, Patronato fue en busca del empate. Viendo que en cualquier momento podía llegar, el técnico local se decidió por el delantero Brites y sacó del terreno a un inexpresivo Monforte. Y el paceño le respondió enseguida. A los 25’ Kloster rechazó con los puños un tiro libre de Graciani y Brites metió una volea impresionante de zurda, colocando la pelota arriba e inflando la red para reavivar otra vez la ilusión de triunfo de los paranaenses. Esta conquista animó al rojinegro y desalentó un poco al Lobo -a los 20’ fue expulsado Monteverde-, aunque no se echó atrás y peleó el partido en la zona media. Pero Patronato con otro golazo pasa de nuevo al frente. Graciani con mucha convicción sacó un potente derechazo cruzado desde 30 metros y metió la pelota junto al palo derecho de Kloster, cuando iban 29 minutos. El local controló el resultado, no se descuidó tanto atrás y ante la desesperación de la visita en ir por el empate, definió el partido. El Loco Marzo, a los 40’ y de cabeza tras un corner, anotó el cuarto y allí desató la locura total en el Grella de los hinchas de su equipo. Para el final, queda la expulsión de Rutili en el local, a los 43’, y el descuento de Ojeda a los 48’ demostrando que Gimnasia no se dio por vencido aún estando vencido. Patronato con autoridad supo quedarse con el clásico entrerriano ante un rival muy complicado y ahora es tiempo de festejo en barrio Tiro Federal. LA CLAVE
Sin dudas que la expulsión de Monteverde fue una de las claves para que Gimnasia perdiera este partido; también hay que mencionar algunas desatenciones defensivas y la jerarquía de los jugadores que, arriba, posee Patronato. Gimnasia logró dar vuelta el resultado pero después, con un hombre de menos, no pudo aguantarlo.
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